MARGA II, ‘jerga que se emplea para sacas, jergones, etc., y antiguamente se llevó como luto muy riguroso’, del ár. vg. márfaqa (ár. mírfaqa) ‘almohada’, ‘cojín’, derivado de ráfaq ‘ayudar’, ‘sostener’ (y mírfaq ‘codo’).
Márrega ‘tela para hacer una cócedra (o colchón)’ está en doc. de la Rioja Baja de 1289,
márfaga en los Aranceles santanderinos del S. XIII,
marga en el Fuero de Soria, del mismo siglo, y en la
1.ª Crón.
Gral. (con variantes mss.
márhagas y
márfagas). Más documentación en A. Castro,
RFE X, 114-5; Neuvonen, 171-2. Seguía vivo h. 1630, en el aragonés H. de Luna, con la ac. ‘jergón’: «aquella tarde enviaron un carro, en que se llevaron hasta las estacas:... o me dejaron sino una pobre
marraga, donde me echase como un perro» (
2.ª parte del Lazarillo, Rivad. III, 127). Para la ac. ‘traje de luto’, V.
Aut., con ejs. de los SS. XV-XVII; otros en Borao, s. v.
márfega,
márraga,
márrega y
almarrega. El cat.
màrfega ‘jergón’ es palabra más viva y de uso más general que en castellano, y ya se documenta en 1346 (Ag.); también parece ser catalán el inventario latino de 1336 citado por Dozy; además aparece dos veces como glosa romance en R. Martí (S. XIII), s. v.
culcitra y
matalafium. Hay un port. ant.
armárfega, documentado en 1253. La evolución fonética es clara:
márfaga pasó a
márhaga (
1.ª Crón.
Gral.), de donde
márraga (comp.
GARRA),
márrega, o bien
marga. Del castellano pasó al vasco
marhega ‘manta’, en particular la empleada para los animales de carga, oc.
marrego ‘jerga’, ‘mantón de jerga’ (Schuchardt,
Litbl. XIV, 336), y val.
màrrega ‘marga (tela)’ (Lamarca), ya documentado en Jaume Roig, h. 1460, para la enjalma de un pollino, en rima con
càrrega (n. 13122). Otras variantes: murc.
almarga (G. Soriano), Ibiza
marefega (
BDLC XIIIJ 33). La forma ár. vg.
márfaqa está en PAlc. con la traducción «cabeçal o almohada de cabeça» y «cabecera de cama». Es comprensible el cambio semántico de ‘cojín’, ‘almohada’ en ‘jergón’ y de ahí ‘jerga para hacer jergones’ (comp. Dozy,
Gloss., 158-9).